La metodología de CEDE se basa en tres tipos de herramientas de evaluación: Herramientas cognitivas: evalúan los conocimientos y la comprensión teórica (p. ej., cuestionarios, preguntas conceptuales). Herramientas prácticas: miden la aplicación de las habilidades en tareas reales o simuladas (p. ej., estudios de caso, proyectos). Herramientas reflexivas: fomentan la autoconciencia y el desarrollo personal a través de la reflexión (p. ej., diarios, listas de verificación de autoevaluación). Cada herramienta se apoya en plantillas y directrices claras para garantizar una fácil integración en las prácticas docentes.
El enfoque de evaluación sigue una lógica formativa y sumativa, que combina la retroalimentación continua, la reflexión del alumnado y la evaluación final del desempeño. Las herramientas se probaron durante la fase de implementación y se ajustaron con base en la retroalimentación del alumnado y el profesorado para garantizar su relevancia y usabilidad. La metodología se describe detalladamente en el documento oficial “Metodología para el Desarrollo”.